lunes, 19 de marzo de 2018

No es sólo yogur natural...

El yogur natural, sin azúcar ni edulcorantes, es, desde que me detectaron la intolerancia, mi postre más habitual. He probado varios, de diferentes marcas y, a pesar de lo que pueda parecer, no todos son iguales. Los hay que resultan más ácidos y los hay más sabrosos, así que probad! Tened siempre en cuenta, eso sí, que no deja de ser un yogur natural, hay que acostumbrarse a su sabor.

Desde hace un par de meses lo he empezado a introducir también en mis desayunos. Os preguntaréis, ¿no tenías suficiente con comerlo de postre casi a diario? pues sí y no.
Lo cierto es que me resulta muy monótono, pero no hay nada que me siente mejor según me levanto, me hace la digestión mucho más ligera.

La buena noticia es que he encontrado la solución para acabar con el problema de la monotonía: añadirle trocitos de fruta.
El que veis en la fotografía contiene pepitas de granada y es uno de mis favoritos. Lo he probado también con plátano, fresas y con kiwi, aunque, a mí personalmente, el kiwi no me sienta demasiado bien.

¿Lo habéis probado? ¿Qué le echáis vosotrxs?

Espero que lo disfrutéis! :)




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